La infiltración o bloqueo epidural es ampliamente conocido por su uso para el tratamiento del dolor de miembros inferiores (ciática) o incluso como analgesia para el parto con la colocación de un catéter. Sin embargo su uso a nivel cervical es menos conocido, aunque no por ello menos eficaz. Es una opción terapéutica útil en los siguientes cuadros dolorosos:
- hernia discal cervical que causa radiculopatía.
- cervicalgia
- síndrome de dolor regional complejo en MMSS.
- neuralgia postherpética a nivel cervical o MMSS.
En pacientes con síntomas multinivel o clínica de dolor bilateral, el bloqueo epidural cervical es más efectivo.
Se ha de recoger el consentimiento informado firmado previamente. Esta técnica consiste en identificar el espacio epidural cervical, alcanzándolo por medio de una aguja Tuohy y administrando en dicho «target» anestésico local y corticoides no particulares (dexametasona). NO RECOMENDAMOS LA REALIZACIÓN DE ESTA TÉCNICA «A CIEGAS» PUES PUEDE TENER COMPLICACIONES SERIAS. SIEMPRE DEBE SER REALIZADO GUIADO CON FLUOROSCOPIA (fig. 1). Se puede llevar a cabo con el paciente en posición sentado o decúbito prono.
Se realiza con anestesia local y en régimen ambulatorio, requiriendo una observación posterior a la realización del procedimiento. El punto de acceso al espacio epidural suele ser entre las vértebras C7 y T1. Con control ra
dioscópico, se introduce una aguja Tuohy lentamente hasta comprobar en posición lateral la correcta localización de la aguja y observando una absorción de la «gota pendiente», lo cual nos indicará que estamos en el espacio epidural cervical. Seguidamente se inyecta una mínima cantidad de contraste que debe dibujar una línea radiopaca en el espacio epidural posterior. En ese momento, se procede a la inyección del anestésico local (levobupivacaína) y corticoides (dexametasona). Si se hubiese observado una difusión del contraste intravascular o subaracnoidea, se debería suspender el procedimiento.
Estas serían las potenciales complicaciones:
- Punción dural inadvertida
- Lesión espinal.
- Hematoma epidural.
- Punción inadvertida de la arteria vertebral.
- Infarto medular debido a esteroides particulados.
No obstante, estas complicaciones son muy poco frecuentes si la técnica se realiza por manos expertas, siguiendo las recomendaciones señaladas y siempre guiado con radioscopia.