Neuralgia del Trigémino

El nervio trigémino es uno de los doce pares craneales, también llamado quinto par (V par). Posee 3 ramas: oftálmica (V1), maxilar (V2) y mandibular (V3). Las dos primeras tienen componente sensitivo, mientras la tercera tiene también una función motora. Las tres ramas nerviosas tienen como origen el ganglio de Gasser, situado cranealmente al agujero oval, sito en la base del cráneo.

La neuralgia del trigémino se define como dolor facial caracterizado por breves y lancinantes paroxismos que duran unos segundos o, en algunos casos, escasos minutos. Es uno de los dolores más intensos que se conocen y afecta en gran medida a la calidad de vida de los pacientes, provocando altos grados de incapacidad.
El pico de incidencia se da entre los 60-70 años, predominantemente en el lado derecho y en mujeres. La rama involucrada normalmente en el origen del dolor es la tercera y en un 45%, incluye a V2 y V3. En ocasiones, el dolor se desencadena a partir de puntos gatillos, por ejemplo al afeitarse, tragar, hablar,…
La primera opción terapéutica es el tratamiento farmacológico con carbamazepina u oxcarbacepina, neuromoduladores (pregabalina, amitriptilina, gabapentina,…) y opioides. No obstante, en algunos pacientes el tratamiento es ineficaz, por lo que habría que pasar al siguiente escalón intervencionista.
El tratamiento intervencionista que se suele recomendar es la radiofrecuencia convencional o termocoagulación del ganglio de Gasser. Consiste en acceder al ganglio a través del agujero oval de forma percutánea y siempre se realiza en quirófano con monitorización completa.´

El paciente se coloca en decúbito supino (boca arriba) y, bajo sedación ligera y con anestesia local, se accede con una aguja a 2 cm. de la comisura bucal en dirección a la pupila y al conducto auditivo. Se guía con fluoroscopia y, una vez en el agujero oval, se realiza una estimulación sensorial y motora que guiará la colocación definitiva de la aguja de modo que el paciente refiere calambre, hormigueo o dolor en la región afectada por el dolor. Una vez tenemos seguridad de estar en el lugar indicado del ganglio de Gasser, se procede a anestesiar al paciente, para realizar la lesión térmica (entre 2-4 lesiones). Posteriormente, se despertará y se quedará ingresado hasta el día siguiente para valorar potenciales complicaciones inmediatas.

Aunque la técnica es segura, no está exenta de riesgos, siendo las posibles complicaciones: hemorragia por punción de la arteria carótida (0,2-2%), formación de hematomas retrobulbares, hematoma facial, debilidad del masetero (10-24%), parestesias que precisan tratamiento (5-26%), anestesia dolorosa (0,3-4%), parálisis de pares craneales (0,2-6,5%), parálisis ocular (0,5%), alteración del reflejo corneal, queratitis, rinorrea vasomotora o dificultad de la audición.
La tasa de mejoría inmediata está por encima del 95% en casi todas las series publicadas, con alivio total del dolor cercano al 80%. La tasa de recurrencias puede llegar al 25% en el primer año, no obstante se podrá repetir la radiofrecuencia.
Por todo ello, la terapia intervencionista indicada en el tratamiento de la neuralgia del trigémino es la radiofrecuencia del ganglio de Gasser. Se logra un alivio muy significativo en la mayoría de pacientes, llegando incluso a retirar por completo la medicación.

Si tiene alguna duda póngase en contacto