¿Cuándo está indicada la epiduroscopia?
Según distintos estudios, del 30 al 40% de los pacientes intervenidos de columna con el tiempo vuelven a sufrir dolor crónico en la región lumbar o extremidades. El ‘síndrome postlaminectomía’ o ‘de cirugía fallida de espalda’ lo puede causar la aparición de fibrosis o adherencias en el espacio epidural que se ha operado, condicionando esto una compresión e inflamación de la raíz nerviosa y reapareciendo el dolor.
¿Y si me vuelvo a operar?
En ocasiones, la reintervención quirúrgica no es una opción por las condiciones físicas del paciente o por las posibilidades de éxito escasas. Muy habitualmente, cuando el dolor es producido por la fibrosis postquirúrgica, una segunda intervención puede producir incluso más fibrosis y no sería la solución idónea. Por ello es muy importante obtener información específica del especialista sobre cuál es su caso concreto.
¿En qué consiste la epiduroscopia?
La epiduroscopia consiste en acceder al espacio epidural (que rodea la médula espinal y estructuras nerviosas) con un endoscopio flexible de fibra óptica, de apenas 3 mm. de diámetro. Esto nos permite visualizar en una pantalla y a tiempo real el interior de la columna. Se trata de una técnica diagnóstica y terapéutica, pues además de localizar con total certeza el lugar de la lesión, también podremos introducimos un catéter con balón, un sistema de radiofrecuencia co-ablativa o incluso un sistema de láser, para romper las adherencias que causan el dolor.
El procedimiento requiere la infusión repetida de suero en el espacio epidural para permitir la navegación y visualización del espacio.
¿Tiene algún tipo de contraindicación?
No sería posible realizar este tratamiento cuando existan patologías que condicionen un aumento de la presión de líquido cefaloraquídeo o en casos de epilepsia, cefalea, vasculopatía cerebral, quistes meníngeos,…
Es importante informar al médico especialista de posibles anomalías oculares previas, pues se han dado casos de hemorragia retiniana e incluso algún caso de ceguera transitoria tras la realización de epiduroscopia.
¿Cuál sería la evolución tras el procedimiento?
El procedimiento se hará en la mayoría de los casos de forma ambulatoria. Posteriormente, recomendaríamos reposo domiciliario durante 2 días e incorporarse paulatinamente a su vida habitual tras 3-4 días.